Soy traductor público autorizado al igual que intérprete de conferencia licenciado por el Ministerio de Educación (MEDUCA). Me he desempeñado principalmente como intérprete consecutivo y hace unos años hice la transición a intérprete simultáneo. Hasta ahora ha sido uno de los mejores pasos profesionales que he dado en mi vida. Estoy completamente enamorado de la profesión.
Hace unos años atrás me hice miembro de la Asociación Panameña de Traductores e Intérpretes (APTI) con la idea de crecer como profesional y mantenerme actualizado con las técnicas más nuevas que han salido al mercado. Afiliarme ha sido muy positivo. He aprendido mucho sobre la importancia de mantenerse unido como profesional. Los esfuerzos colectivos de una asociación pueden y deben recopilar la visión de la mayoría de los profesionales para un bien común y convertirse en el punto de referencia para los profesionales de la traducción e interpretación. Así es como llega la anécdota de la JMJ. El gobierno panameño anunció unos meses atrás que Panamá había sido elegida como la sede para la Jornada Mundial dela Juventud en 2019 y desde entonces muchas cosas fueron puestas en marcha tras bastidores.
Una de ellas fue la reunión para discutir la coordinación y logística de todo lo que sucederá durante la jornada en 2019. Esta reunión agrupaba a personas de todas partes del mundo y los idiomas de la reunión serían español, inglés, francés, portugués e italiano. Aquí APTI colaboró con la JMJ para asegurar que el servicio brindado durante la reunión sea el mejor. La JMJ se llevará a cabo del 22-27 de enero de 2019 y será sin duda algo sin precedentes en Panamá. Decenas de miles de personas asisten a este evento y nuestro país brillará por una semana, el mundo cristiano nos mira… ¿correcto? ¡No! Todo el mundo nos mira. La JMJ es un mensaje al mundo sobre unidad y amor, recordándonos que la juventud lleva consigo la verdadera esperanza del cambio.
La JMJ tiene muchas personas en su contra dentro de Panamá indicando que no es algo conveniente para el país. Aunque será seguramente una pesadilla logística, a esas personas que señalan a la JMJ como una pérdida de tiempo o atraso para el país, les digo como no cristiano o no congregado, pero fuerte creyente en Dios: pocas veces un país tiene la oportunidad de brillar de esta manera, así que hagámoslo bien.
JA
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