Trabajo desde casa con un difficulty level

Lo hemos estado escuchando por semanas, todos estamos en proceso de adaptación. Y creo que nadie, o pocos, se escapan de algún nivel de adaptación. LC Panamá ya tiene 7 años de operación, y la oficina principal está en la planta baja de mi casa. Eso es casi como trabajar desde casa. Por lo tanto, una parte de mi decía, bring it on, I am ready!

Expectativa: tengo que hacer ajustes menores.
Realidad: tengo mucho que ajustar.

Tuve que ajustar mi horario de trabajo más de lo que pensé, que por dicha en mi caso es posible.

Mi nivel de paciencia necesitaba subir unos (muchos) escalones.

Tuve que aceptar las actitudes no aceptables de mis hijos que siempre las auto excusaba.

Tuve que apretar en algunas cosas y soltar en muchas otras (todavía estoy disque apretando y dizque soltando).

No todos mis proyectos soñados los he cumplido (ordenar gavetas, limpiar closet, ordenar despensa, librero y todos sus derivados)

Y todavía no he logrado esas rutinas de ejercicios que se ven tan cool en las redes. Con todo el tiempo en nuestras manos, no sé por qué no puedo lograr. Bueno, sí sé :/

Pero con todo eso, cosas buenas han salido de esta experiencia. Este tiempo completo con los más cercanos no hay duda que nos hace conocernos mejor. Sigue siendo nuestra elección tomar decisiones difíciles para ayudar a alguien o tomar el camino fácil para no tener problemas. Pero qué mejor momento que este para ser ese ejemplo para nuestros familiares, para mejorar en familia, para tomar acción y convertirnos en nuestra mejor versión.

Les comparto lo que me funciona y lo que no:

SÍ
Rutina
Bloques de trabajo/tareas/hobbies
Flexibilidad
Asignación de prioridades
Delegar
Espacio (tiempo) de silencio/oración

NO
Posponer
Empezar tarde
Multitask (hay cosas que se pueden, pero no todo)
Controlar todo

Por otro lado, tenemos que ser flexibles sin llegar a ser descuidados. No todo va a salir como planeamos pero aceptar el proceso nos hace libres de nuestras imposiciones. No podemos cambiar el pasado y no somos dueños del futuro, solo en el presente tenemos contacto con la realidad y podemos actuar con lo que esa realidad nos ofrece. Sin insinuar mediocridad, no seamos tan duros con nosotros mismos. La vida es para amar, no para darnos golpe de pecho o palo por nuestros logros.