Cuándo decir no

Siempre quiero quedar bien a pesar de que está requetecomprobado que, para eso, algo tiene que ceder.

Te llega esta solicitud de trabajo con todas las señales de alarma y tu gut feeling te dice “mejor no lo hago”, pero tu mente juega con tus sentimientos y descarta el riesgo. La realidad es que se puede hacer el trabajo, pero no en esas condiciones. Es un riesgo real para mí y para el cliente.

Cuando entiendes el propósito de cada una de las traducciones y sabes que las condiciones ponen en riesgo la calidad, es mejor decir que no. A pesar de que el cliente tenga una urgencia, lo ideal es exigir lo mínimo necesario para mantener nuestro estándar de calidad. Seguramente el cliente comprenda mejor nuestra posición al ver la traducción final con la calidad que normalmente se espera.

Para nuestros clientes y colegas traductores: las señales de alarma les deben interesar a ambas partes. A pesar de que no es comúnmente conocido o aceptado, el trabajo de traducción es un trabajo en equipo. Este equipo lo conforman: traductores, revisores y editores; y muchas veces incluye al cliente.

Algunas señales de alarma pueden ser:

  • tiempo muy por debajo del mínimo para el volumen de trabajo.
  • formatos muy complicados
  • instrucciones específicas para diferentes partes del documento.
  • Uso de dos idiomas en la misma redacción

Con la mano en el corazón, siempre quiero que el producto final resulte lo mejor posible para nuestros clientes y si esto conlleva escoger el camino más ancho, lo tomaremos.

IB

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